COMPETENCIAS Y HABILIDADES PROFESIONALES PARA
ENFRENTAR LA ERA DIGITAL DE LA ECONOMÍA EN LA REGIÓN DEL ÉVORA
COMPETENCES AND PROFESSIONAL SKILLS TO CONFRONT THE
DIGITAL ERA OF THE ECONOMY IN THE REGION OF ÉVORA
Patricia
Carmina Inzunza-Mejía, Erika Guadalupe Espinoza-Durán
Universidad Autónoma de Sinaloa, México
E-mail: inzunzap@uas.edu.mx,
oyeme27@hotmail.com
(Enviado Octubre 20, 2018; Aceptado Diciembre 16, 2018)
Resumen
Los avances tecnológicos han generado que los
sectores productivos demanden los servicios y la atención de personas altamente
capacitadas en diversas competencias, lo que implica que es prioritario para
los empleadores que los trabajadores mejoren y actualicen sus competencias para
lograr los objetivos para los que son empleados. En Sinaloa, los trabajadores
se enfrentan a un escenario tecnológico que les convoca a desarrollar un
conjunto amplio de habilidades que les permitiría superar la intempestiva brecha
laboral en la era digital de la economía; pero ante la crisis de competencias
digitales, la pregunta central es ¿Cuáles son las habilidades y competencias
presentes y futuras que demanda el sector productivo en la Región del Évora,
Sinaloa México? y ¿Que habilidades deberá tener la próxima generación de
trabajadores para enfrentar la era digital de la economía?.En opinión de los
empleadores, la improductividad de los jóvenes entre 18 y 23 años es el
resultado de la falta de oportunidades en el mercado laboral por la carencia de
habilidades tecno-sociales; sin embargo, ajustarse a las competencias que
requiere el sector productivo sería lo que les permita abrir oportunidades de
empleo.
Palabras clave: Economía
Digital, Tecnología, Competencias STEM, Mercado Laboral, Educación.
Abstract
The technological advances have generated that the
productive sectors demand the services and the attention of people highly
qualified in diverse competitions, which implies that it is a priority for
employers that workers improve and update their skills to achieve the
objectives for which they are employed. In Sinaloa, workers face a
technological scenario that calls them to develop a broad set of skills that
would allow them to overcome the untimely labor gap in the digital age of the
economy; but before the crisis of digital competences, the central question is:
What are the present and future skills and competencies demanded by the
productive sector in the Evora Region, Sinaloa, Mexico? and ¿what skills should
the next generation of workers have to face the digital age of the economy?. In
the opinion of the employers, the unproductiveness of young people between 18
and 23 years old is the result of the lack of opportunities in the labor market
due to the lack of techno-social skills; however, adjusting to the skills
required by the productive sector would allow them to open employment
opportunities.
Keywords: Digital
Economy, Technology, STEM Competencies, Labor Market, Education.
1 INTRODUCCIÓN
La incorporación de la tecnología de la información
y de la comunicación (TIC) a los procesos productivos es una realidad que
enfrenta la sociedad; de ahí que, actualmente se presenta la necesidad de
desarrollar competencias digitales, dado que se actúa laboral, profesional y
personalmente en un ecosistema digital, mejor conocido como industria 4.0,
donde el riesgo que se corre, es quedar por fuera de esta revolución.
Un reporte que se hizo para el Foro
Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), enfatiza que la vida de las
personas está envuelta por la automatización de procesos para la economía y la
administración, impulsada por la conectividad y el cambio tecnológico,
propiciando con esto la flexibilidad laboral [1].
Este hecho, ha provocado un desplazamiento laboral
de personas dedicadas a desarrollar actividades mecánicas, pero ha ocupado a
más personal con competencias y habilidades para interactuar con la tecnología
existente.
No obstante, prevalece la
preocupación de que en el futuro no se generen suficientes empleos para ocupar
a la población en edad de trabajar.
El objetivo es identificar y
categorizar las demandas y necesidades del sector productivo (mercado laboral)
acerca de habilidades y competencias de los trabajadores (fuerza laboral) ante
la era digital de la economía. Se tiene como finalidad analizar la aportación
que la gestión del conocimiento hace a la economía digital para desarrollar
competencias y habilidades que demanda la cuarta revolución industrial de los
profesionistas. Esto permitirá visibilizar el conjunto de actividades a
desarrollar dentro del mercado laboral que enfrentarán los jóvenes que aún no
egresan del nivel superior.
Dado que México es un país estructuralmente
heterogéneo, con un mercado laboral desigual y atomizado, la desigualdad debe
transitar de la erosión de la vida laboral que favorece la informalidad a la
riqueza y fortaleza del Estado para que se generen mayores oportunidades de
empleo, desde inversiones públicas que favorezcan la redistribución y la
modernización económica y social del país, Cordera [2].
En ese transitar, la educación y la
formación profesional que demanda el sector productivo deberá ser el eje bajo
el cual se generen condiciones para desarrollar competencias y habilidades para
enfrentar la era digital de la economía. Para esto, se requiere acotar la
brecha entre la oferta y la demanda de habilidades y competencias; así como,
instituciones educativas que vinculen la educación con el trabajo y el sector
productivo.
De
acuerdo con Novick [3], los vínculos entre el conocimiento y las competencias
con la productividad y el empleo, demanda del concurso de la sociedad y el
sector público en general; pero en particular, de los actores principales del
mercado laboral y el sector educativo.
Tras un proceso electoral inédito y
controvertido, el pasado mes de julio de 2018 en México se viven tiempos de un
acalorado debate educativo acerca de una reforma que no llegó a consolidarse.
Kapoor et al. [4], destacan que el factor común entre la tecnología y el
mercado laboral es la educación. En su estudio evidencia que el problema de la
escasez de habilidades se ha combinado con el aumento de desempleo.
Pese al escenario incierto que se
vive, la educación y el desarrollo de la investigación en México enfrentan
retos marcados por la carencia presupuestal y la sublevación digital. La
tecnología disruptiva, sitúa a las personas en edad productiva frente a la
necesidad de desarrollar habilidades y competencias complejas y difíciles de
lograr.
Sin embargo, se reconoce que para
enfrentar este reto, las instituciones de educación superior deben asumir su
protagonismo en la formación de profesionistas con habilidades que les permitan
no solo maximizar beneficios para la sociedad; sino además, contrarrestar los
riesgos en el mercado laboral.
Esto no será tarea fácil, pero si
un desafío que demanda respuesta de los individuos, las empresas y el sector
público.
1.2
Importancia de las competencias en la era digital
Lo enunciado por Torres-Coronas y Vidal-Blasco [5],
es que el modelo educativo basado en competencias está teniendo una influencia
significativa en el debate sobre la alineación de la educación superior con los
requisitos del mercado laboral, por esa razón, cada disciplina necesita
monitorear continuamente las perspectivas del mercado trabajo y ajustar el
currículo de competencias de la universidad en consecuencia.
Esto hace alusión a los niveles de
desarrollo de las competencias que refieren Castro Miranda et al.[6], al considerar “la etapa del saber ser como la
materialización funcional del crecimiento personal que transporta el siguiente
estadio o nivel de desarrollo de las competencias referidas al saber competente
que implica la integración de todos los sentidos en constante cambio adaptativo
para la vida social, laboral y personal, regulando la actuación del
profesional”.
Ante el escenario productivo tan
diverso, la segmentación del mercado laboral y los cambios tecnológicos
permanentes que la sociedad vive, se presenta la necesidad de aproximarnos a
las demandas de competencias y ocupaciones del futuro en el sector productivo y
social, [3]. Esto conlleva a cambios en la educación, el sector productivo y
las familias de México.
En este contexto, los cambios
económicos y sociales que se viven como consecuencia del uso intensivo de la
computadora, el internet, las tecnologías emergentes y el conocimiento son la
base de las competencias y habilidades para enfrentar la era digital de la
economía. Una de las formas de acercarse a la realidad de la revolución
industrial 4.0, es reconocer el contexto económico, laboral y profesional al
que se enfrentarán miles de egresados de nivel superior.
Es claro que las TIC están en ese
contexto, revolucionando la forma de aprender y en consecuencia mejorando las
competencias y habilidades para enfrentar el mercado laboral. Por esto, es
importante que los jóvenes (entre 18 y 23 años), sean formados con habilidades
y competencias que les permitan desarrollarse adecuadamente en el mundo que les
tocará vivir cuando terminen sus estudios profesionales.
Son múltiples y variados los
factores que nos indican que la educación superior debe considerar como eje
angular la formación en competencias para el futuro profesional y laboral de
los profesionistas egresados, lo que les permitirá enfrentar la era digital o
4ta revolución industrial.
Asimismo, el estudio que nos ocupa,
se corresponde con diversas áreas de las ciencias económicas y administrativas
que orientan a que la educación y la economía digital marquen el futuro
profesional, académico y personal de los individuos, dado que se vive en una
sociedad que se denomina 4.0, referida a las transformaciones que ha propiciado
la revolución industrial 4.0.
Además, la investigación que se
realiza, está relacionada básicamente con estudios de economía digital, mercado
laboral y de gestión del conocimiento. No obstante, Freddi [7] muestra que
entre las diferentes tecnologías de la revolución 4.0; principalmente robots,
las competencias digitales han recibido una gran atención hasta ahora, mientras
que aún no se han estudiado la aplicación actual y el impacto en el empleo para
otras oportunidades tecnológicas emergentes como la impresión 3D, Internet de
las cosas, realidad aumentada, Big Data
Analytics.
De ahí que es fundamental reconocer
que esta investigación tiene limitaciones, dado que se enfoca a la región del
Évora del estado de Sinaloa, México y esto impone la restricción para
establecer generalidades. Aunado a que hay una falta de estudios previos de
investigación sobre el tema en México. Esto hace coincidir con Freddi [7], al
considerar que la novedad y la omnipresencia de las tecnologías digitales
requieren un análisis más profundo a nivel micro para comprender la medida en
que las organizaciones emplean actualmente las tecnologías digitales y las
formas que estas afectan el empleo.
Por lo que, a nivel regional se
establece un precedente en el estudio de las competencias y habilidades que
enfrentarán los profesionistas del futuro en el mercado laboral. Asimismo, se
dejan bases empíricas y teóricas a través del análisis de la revisión
bibliográfica a nivel internacional y nacional que permiten continuar
investigaciones con mayor profundidad sobre las competencias en la era digital
de la economía.
En prospectiva resulta atrayente
descubrir el diseño de otros indicadores que reconozcan el desempeño de la
economía digital y de la eficiencia exigida en la formación por competencias
que desarrollan las instituciones públicas de educación superior en Sinaloa.
Por esto, se busca dar respuesta a
inquietudes que exigen transitar con éxito la transformación digital y
describir ¿Cuáles son las diferentes competencias y habilidades para la
inserción social y laboral en el siglo XXI?,
¿Cómo las TIC pueden incidir en el desarrollo de competencias que
demanda el mercado laboral en el siglo XXI?, y ¿Qué competencias y habilidades
se requieren en la economía para garantizar que haya oportunidades laborales
para todos?.
En este apartado de discusión, se muestran las
ventajas del uso de Big data y de Analytics en el mercado laboral, para
comprender mejor el uso y la incidencia de las TIC en el proceso laboral.
2.1 La educación ante las TIC
Para Picatoste et
al.[8], los bruscos cambios de la tecnológica apuntan a la inmediatez. No
obstante, la educación superior debe responder a cambios necesarios; dado que,
las nuevas generaciones (nativos digitales o millennials) se han acostumbrado a vivir, a ser y estar con la
tecnología. Pudiéramos considerar que los jóvenes de las nuevas generaciones
son, a partir de la tecnología.
En este sentido, la educación en
todos sus niveles enfrenta un importante desafío, que de no prepararse para
enfrentarlo, en un corto tiempo tanto la tecnología como el aprendizaje acerca
de su uso, se volverá obsoleto, ya que los cambios tecnológicos son tan rápidos
como abruptos, y con una amplia capacidad de obsolescencia.
De ahí que, es fundamental la educación
continua y el uso de las tecnologías de la información como un patrón
permanente de formación y desarrollo de competencias para enfrentar la era
digital en el mercado laboral.
Tal como lo advierte Novoa [9], en
una economía basada en la tecnología y las habilidades digitales, se crea una
discontinuidad tecnológica y una paradoja de la productividad con dos
realidades correlacionadas e interconectadas.
La producción y las ocupaciones a
largo plazo se vieron afectadas por el vaciamiento tecnológico a corto plazo de
los empleos calificados y el mercado laboral. Este impulso de la tecnología;
suponía maximizar el rendimiento de la productividad y mano de obra, pero con
la deslocalización de la producción se generó que el mercado laboral alcanzara un
punto de saturación, lo que implicó que los beneficios a los trabajadores y a
los empleadores se colapsaran.
En este sentido, ante un patrón
educativo que da respuesta al uso de las tecnologías de la información, tanto
las instituciones educativas como las organizaciones que demandan empleo, deben
promover cursos de capacitación y actualización continua.
Por esta razón, Picatoste et al.[8], apuestan a incorporar
transversalmente la enseñanza de la tecnología de la información y las
comunicaciones a los planes de estudios de nivel superior. La enseñanza de las
TIC, como un tema de capacitación cruzada, permitirá preparar a los estudiantes
en la construcción y desarrollo de competencias para el mercado laboral.
En Kapoor et al.[4] se registra el éxito de las mejores prácticas educativas
en Europa que han sido retomadas como innovaciones sociales en la educación de
los países en desarrollo; además, destaca que la educación y el aprendizaje
permanente son los hilos clave que rigen la empleabilidad en el mercado laboral
europeo.
Los enfoques educativos que demanda
el mercado laboral deben incorporar en sus planes de estudio el desarrollo de
conocimientos y competencias que requieren para el trabajo de la actualidad.
Al respecto, un estudio de Monteiro
et al. [10] explican el enfoque de la
formación con base al paradigma del aprendizaje permanente y refiere que la posibilidad
del e-learning, es una alternativa de
diferenciación pedagógica que promueve la inclusión digital y con la que se
disfruta aprender y desarrollar competencias para el trabajo.
Asimismo, Cinque [11] considera que
el desarrollo de habilidades interpersonales a través del e-learning y los cursos mooc para estudiantes de pregrado, son un
factor clave para garantizar una transición efectiva de la universidad al
mercado laboral.
También Monteiro et al. [10], señalan que una de las
competencias y habilidades para la inserción laboral en el siglo XXI es el
aprendizaje electrónico (e-learning
por su término en inglés) como medio de formación permanente.
Se ha demostrado que el e-learning genera confianza en el
estudiante y le permite reconocer que tienen la capacidad de emprender nuevos
aprendizajes, dotándolo de confianza en las perspectivas de integración al
mercado laboral.
En resumidas cuentas, Harangus et al. [12], refieren que alcanzar el
éxito en el trabajo, es fundamental contar con competencias digitales; lo que
no necesariamente implica el acceso a
las tecnologías de comunicación de TI y su uso, sino que también comprende
tener conocimientos, habilidades y actitudes.
Para mejorarlos, se necesita un
enfoque educativo adecuado que se refiera a todos los niveles formativos desde
lo informal a lo formal mediante el uso consecuente de las herramientas
digitales y la metodología con fines educativos, donde la formación
continua y la educación a distancia cobran pertinencia desde una pedagogía
digital.
Pagani et al.[13], refieren que las habilidades digitales son cada vez más
importantes para los resultados del mercado laboral y la participación social
de los trabajadores; ya que, en general, las habilidades del manejo de Internet
tienen un impacto positivo en el rendimiento académico y educativo que permite
que el efecto en el trabajo sea más fuerte y eficiente, generando con esto el
autoaprendizaje.
Al respecto, un estudio realizado
por Seijas et al.[14], revela que la
apertura y disposición de capacitación requeridas por el mercado laboral en
términos de las competencias para el aprendizaje que se persigue durante la
vida debe ser permanente, en virtud de
la trascendencia de las TIC para los graduados y los empleadores en los
diferentes puestos de trabajo, donde las
competencias más destacadas son las competencias digitales y las competencias
de autoaprendizaje o las de aprender a aprender.
2.2 Competencias para el mercado
laboral
Para todos es sabido que la cuarta revolución es una
realidad que marca la vida laboral de las personas sean o no profesionistas.
Diferentes estudios hacen referencia al riesgo que corre la pérdida de centenas
de empleos ante los cambios tecnológicos y digitales.
Sorgner [15] argumenta que en el
futuro, las tecnologías emergentes plantean un serio desafío para el empleo. A
medida que las máquinas aprenden a realizar tareas de producción cada vez más
complejas, surge la preocupación de que la automatización extinguirá una gran
cantidad de trabajos, debido a que los trabajos y las competencias se vuelven
obsoletos en el transcurso de la digitalización.
Esto indica que los cambios
tecnológicos en las ocupaciones laborales, no solo podrían generar la pérdida
de puestos de trabajo; sino también, la degradación de los ya existentes, lo
que implicaría iniciar un trabajo en un nuevo campo laboral impulsado por un
alto riesgo de automatización específico de la ocupación. Sin embargo, es más
probable que el cambio de trabajo ocurra a partir del trabajo remunerado en
ocupaciones con bajo riesgo de ser automatizado.
Los procesos automatizados y la digitalización en la economía y la
sociedad tienen implicaciones importantes, no solo para el crecimiento
económico sino también para el futuro mercado laboral. Para Falck y Schüller [16],
los efectos en el mercado laboral de las tecnologías de la información y las
comunicaciones de banda ancha y su vinculación con la producción a través del
internet de las cosas son ambivalentes.
Por una parte, se presenta la
necesidad de acciones de política pública respecto a las instituciones del
mercado de trabajo que apoyan a los trabajadores a adaptarse al entorno de trabajo
rápidamente cambiante en un mundo digital, y medidas diseñadas para reducir la
brecha de las habilidades y competencias
entre los nativos digitales y los analfabetos digitales; y por otra
parte, se identifica la necesidad de
aumentar la adopción y el uso de las TIC para lo cual se requiere invertir no
únicamente en la infraestructura de banda ancha, sino también en la
capacitación de los trabajadores para su manejo.
Para
Johansson et al. [17], existen
indicios claros de que los esquemas laborales en y desde la digitalización
propiciado por la industria 4.0 se harán más evidentes en los lugares de
trabajo, mientras que Freddi [7] considera que el vínculo causal entre la
innovación tecnológica y el aumento de la productividad a nivel macroeconómico incide
para bien o para mal en el empleo, pero termina favoreciendo la eficiencia en
el trabajo.
Los resultados de Picatoste et al.[8] indican que la capacitación
informal en TIC favorece el desarrollo de competencias en el manejo de las TIC
y el progreso en el empleo. Aplicar competencias profesionales para el mercado
laboral, implica facilitar condiciones y vínculos de autoformación o
capacitación personal informal para satisfacer las necesidades y la
disponibilidad temporal y espacial de cada individuo.
En relación con los cambios
cualitativos del mercado de trabajo, Freddi [7] confirma que hay nuevos tipos
de habilidades y competencias que se exigirán en el futuro del empleo para la
provisión de servicios y el desarrollo de software; Sin embargo, hay estudios
como el de Tikhonova y Karavay [18], en el que se sostiene que los trabajadores
que tienen una mayor calidad de capital humano generalmente no tienen una
capacitación profesional que coincida con su perfil de empleo (excepto en la
capacitación en el trabajo) y no buscan mejorar sus habilidades.
Sin embargo, en Álvarez-Flores et al. [19], se enuncia que desde que la
transformación digital ha cambiado los hábitos de los consumidores, se han
creado negocios globales a través de Internet. Esto permite deducir que al
cambiar ese escenario, también ha cambiado la forma de desarrollar el trabajo;
dado que para relacionarse con los clientes y satisfacer sus necesidades, las
empresas han creado estructuras de trabajo que requieren profesionales que comprendan
la Web y el ecosistema de medios actual, lo que propiciaría no solo condiciones
cambiantes en el empleo; sino también, un cambio entre las relaciones sociales
y la economía, generando el autoempleo o emprendedurismo emergente, producto de
las TIC disruptivas.
La explicación de Sánchez [20],
sugiere que la relación entre la economía social y la economía colaborativa se
centra en el papel de la sociedad cooperativa como poseedores de plataformas
digitales (bajo el esquema peer to peer), donde la economía existe debido a la
posibilidad de conectar personas y/o activos a través de Internet; dado que las
TIC, han facilitado el acceso a los activos tangibles e intangibles que no se
utilizaron, permitiendo que las plataformas digitales brinden la confianza
requerida para desarrollar la economía colaborativa como una economía abierta,
flexible, inclusiva y global.
En Sánchez [20], se destaca que las
actividades centrales de la economía colaborativa son producto de las
competencias que demanda el mercado laboral para el consumo, que proporciona
acceso a bienes y servicios; para la producción, en la cual grupos, redes o
individuos colaboran para diseñar, producir o distribuir bienes; para el
aprendizaje cooperativo, abierto a cualquier tema con recursos y conocimiento
compartido para aprender juntos; y para el financiamiento asistido, donde los
servicios de préstamo o inversión se prestan fuera de las instituciones
financieras tradicionales, lo que propicia un modelo de negocio diferenciado
por el tipo de actividad que se realice desde la plataforma en relación con la
provisión de bienes o servicios.
Asimismo Klammer et al. [1], registran que la
digitalización conduce a la creación de nuevos puestos de trabajo y el cambio
de requisitos de habilidades y competencias en muchos empleos existentes.
Además transfiere cambios fundamentales tanto para los sistemas educativos,
como para la legislación laboral y las relaciones de trabajo.
El Foro Económico Mundial, registra
suficiente evidencia que demuestra que los trabajos actuales demandan
competencias estrechamente relacionadas con la formación en ciencia,
tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), así como ventas especializadas y
análisis de datos [21].
La metodología es de orden cualitativo de tipo
exploratorio y descriptivo que se presenta desde la acción documental y
argumentativa a la recuperación de información de campo.
Tiene un diseño transversal no
experimental, con lo que se da exposición de las características de las
habilidades y competencias en la economía digital como objeto de estudio desde
la perspectiva de los empleadores y su incidencia en el mercado laboral
(sujetos impersonales de la investigación representados por empresa u organizaciones).
Bajo el modelo de gabinete y como
dimensión espacial a la Región del Évora que concentra los municipios de
Mocorito, Angostura y Salvador Alvarado, Sinaloa México, se considera una
temporalidad del 2016 al 2018.
Se hizo un muestreo aleatorio simple
de una población de 324 organizaciones como unidades de análisis. De ahí que se
determina que el tamaño de representatividad de la muestra es de 249
encuestados desde un nivel de confianza de 95 % con un margen de error de 3%.
La muestra considerada se compone
desde un primer criterio de selección, por los 249 empleadores del sector
comercio y servicios a nivel regional (local), de acuerdo a la clasificación
hecha por la Cámara Nacional de Comercio de Guamúchil (CANACO) de un total de
324 empresas particulares agrupadas en este organismo que concentra al sector
comercial y de servicios de la Región del Évora. A partir de estos sectores de
la economía regional, respondieron a la encuesta en la segunda mitad del año
2017.
Los encuestados debían seleccionar
tres principales factores, que ya afectan o afectarán en un futuro próximo a
los modelos de negocio de sus empresas.
Estos factores se consideran de las
tendencias sugeridas por el Foro Económico Mundial [21], en el informe del
desafío global del mercado laboral, el futuro del empleo, las habilidades y
estrategia de la fuerza laboral para los próximos diez años.
En una primera etapa del estudio,
se analizó cuáles son las principales competencias que se requieren en la
economía local y como las TIC podrían incidir en su desarrollo. En la segunda
etapa, se registra la necesidad de competencias que permitan desarrollar el
trabajo mediante el uso de las TIC en el mercado laboral.
A nivel mundial, la opinión de los
principales empresarios es que las TIC han disminuido la
vida útil de las competencias tradicionales de los trabajadores, debido
principalmente a los factores tecnológicos.
En la Fig. 1, se muestra que el 34%
de los directivos de las empresas más grandes del mundo, consideran que los
factores tecnológicos que más influyen en los cambios del mercado laboral son
los avances en el Internet y la tecnología de nube.
Figura 1 Factores de cambio tecnológico en el mercado
laboral a nivel mundial (Opinión de directivos de empresas más grandes del
mundo). Fuente: World Economic Forum
[21].
Esta tendencia es característica de la cuarta
revolución industrial, lo que propicia cambios fundamentales en las
competencias que demanda el mercado laboral en la era digital.
En el estudio de Martínez-Restrepo
y Ramos Jaimes [23], se reconoce que en la economía existe un cambio impulsado
por las TIC desde la producción y servicios hasta la generación y aplicación
del conocimiento que se vuelve más especializado y obsolescente.
De ahí que con base a lo señalado
por Binkley [24], la tecnología de la información y la comunicación ha
transformado la naturaleza del trabajo y las relaciones laborales; así como, el
significado de las relaciones sociales. En la Fig. 2, se puede observar los
principales aspectos que consideran fundamentales para el cambio en el mercado
laboral.
Figura 2 Conductores del cambio socioeconómico y tecnológico
(Opinión de Empleadores de la Región del Évora). Fuente: Elaboración propia con
base a información de World Economic
Forum [22].
Ha sido evidente que la toma de decisiones
descentralizada, el intercambio de información, el trabajo en equipo y la
innovación son factores determinantes en las organizaciones de hoy; por lo que,
se le preguntó a los empleadores de la región acerca de los principales
conductores del cambio socioeconómico en la región y consideraron como parte
importante el uso de las TIC.
Se puede
apreciar que la opinión de los empleadores respecto a los principales
conductores del cambio socioeconómico y tecnológico en la Región del Évora,
Sinaloa México, destacan la actuación del trabajador frente a los retos
tecnológicos y digitales (96%), Internet de las cosas (95.6%) y la protección
en cuestiones de ciberseguridad (95.2%).
Esto
sugiere que las principales demandas del sector productivo son trabajadores con
competencias digitales y tecnológicas.
Martínez-Restrepo y Ramos Jaimes [23], basados en las expresiones de Greenhill y Martin [25], Abbott [26] y principalmente el WEF [22], destacan que “el
mercado laboral demanda trabajadores con capacidad para resolver problemas,
interpretación y análisis de la información, inteligencia emocional,
flexibilidad, adaptación al cambio y trabajo en equipo”; esto debido a que los
trabajadores se deben capacitar para enfrentar la era digital.
La evidencia muestra que la mayoría
de los empleadores requerirán trabajadores con competencias básicas adaptables,
psicosociales, tecnológicas, y de autodeterminación.
A nivel local, se presentan evidencias
de la consulta realizada a empleadores de la Región del Évora, quienes en su
mayoría (97%) reconocen que las TIC han disminuido la vida útil de las
competencias técnicas de sus trabajadores. Por lo que se puede inferir que las
competencias para enfrentar la vida digital, caen en condición de obsolescencia
ante la decadencia y desuso de equipos y tecnologías.
En la Tabla 1, se puede observar
que la mayoría de los empleadores del sector comercio y servicios de la región
del Évora ofrecen acceso a las TIC a sus trabajadores (96.79%) y consideran que las TIC facilitan el diseño de
ambientes de capacitación (97.19%), lo que se corresponde con que las TIC les
permite estudiar (95.58%) y les permite adquirir habilidades fundamentales
(94.78%).
El uso intensivo
de las TIC propicia múltiples conocimientos y las competencias, que no solo
deben adaptarse a las tareas laborales cambiantes; sino que además, deben
desarrollarse para el trabajo cambiante, flexible e innovador, como son los
modelos de trabajo compartido o mediante las plataformas electrónicas.
El aumento de los flujos de información
mediante las tecnologías también propicia la intensificación del trabajo; dado
que las características de la transformación digital del trabajo podrían ser
específicas de la empresa. Esto implica que los trabajadores mantengan una
proactividad en su autoaprendizaje para enfrentar la era digital de la
economía.
Tabla 1Competencias determinantes que los empleadores de la
Región del Évora; Sinaloa, consideran para que los trabajadores puedan enfrentar
la era digital en la economía.
Competencias de uso TIC |
Si |
No |
Porcentaje |
||
Las
TIC permiten la adquisición de las habilidades fundamentales (leer y
escribir) |
94.78 |
5.22 |
Las
TIC permiten estudio de contenidos |
95.58 |
4.42 |
Las
TIC permiten realizar ejercicios en línea |
67.07 |
32.93 |
Que aproveche las
plataformas educativas para capacitarse |
53.01 |
46.99 |
Las TIC le sirven para
mejorar las fuentes de información disponibles |
79.92 |
20.08 |
Qué tenga acceso a
tecnologías de comunicación |
96.79 |
3.21 |
Tecnologías
que facilitan el diseño de ambientes de capacitación |
97.19 |
2.81 |
Utilice
software word y excell |
88.76 |
11.24 |
Utilice
medios audiovisuales, cámara, video, sonido de voz |
71.89 |
28.11 |
Con el uso de las TIC,
realiza proyectos (de investigación, productivos, financieros, sociales) |
79.52 |
20.48 |
Con
las TIC, resuelve problemas |
83.13 |
16.87 |
Con
las TIC, fabrica artefactos |
17.27 |
82.73 |
Con
el uso de las TIC, analiza problemas socioeconómicos, ambientales,
administrativos |
71.89 |
28.11 |
Con
el uso de las TIC resuelve tramites y formalidades antes las dependencias de
gobierno |
83.94 |
16.06 |
Comparte
el conocimiento que adquiere con el uso de las TIC |
63.45 |
36.55 |
Transfiere
conocimiento e información con el uso de las TIC |
69.08 |
30.92 |
Conduce
al autoaprendizaje y la auto capacitación con el uso de la tecnología |
77.91 |
22.09 |
Con
las TIC, se inspira y es creativo |
79.52 |
20.48 |
Con
el uso de las TIC, realiza mapas conceptuales |
3.61 |
96.39 |
Fuente: Elaboración propia con base a los indicadores
del WEF [25].
Tabla 2 Competencias de autoaprendizaje (aprender haciendo) que consideran
los Empleadores como factores determinantes para enfrentar la era digital de la
economía.
Competencias de
autoaprendizaje |
Si |
No |
Porcentaje |
||
Vincula de temáticas de su formación profesional
con problemas del mundo real |
18.47 |
81.53 |
Promueve el aprendizaje |
71.89 |
28.11 |
Se identifica con lo que está aprendiendo |
33.73 |
66.27 |
Se siente comodo cuando hace actividades grupales
con sus compañeros de trabajo |
70.68 |
29.32 |
Asuma responsabilidad de alcanzar logros para él
y la organización |
81.53 |
18.47 |
Promueve el aprendizaje adquirido con sus
compañeros de trabajo |
77.91 |
22.09 |
Se identifique con lo que está aprendiendo |
75.10 |
24.90 |
Acepta capacitación útil para él y la empresa |
91.57 |
8.43 |
Busca información |
72.69 |
27.31 |
Evalúa y analiza información útil para la empresa |
79.92 |
20.08 |
Genera información, nuevas ideas y nuevos
productos |
75.10 |
24.90 |
Fuente: Elaboración propia con base a los indicadores del WEF [25].
Al respecto, los
empleadores de la región del Évora, consideran que los trabajadores deben tener
la competencia y habilidad del autoaprendizaje.
Los resultados de
la Tabla 2 indican que un (81.53%) de los empleadores requieren trabajadores
que asuman la responsabilidad de alcanzar logros para él y la empresa, mientras
que además promueva su aprendizaje con sus compañeros (77.91%), siempre que el
trabajador se identifique con lo que está aprendiendo; es decir, que vea que le
será de utilidad (75.10%).
En cuanto a la información, se
observa que un 72.69% de los empleadores consideran fundamental la búsqueda de
información, el 79.92% de los empleadores estiman que evaluar y analizar
información, así como generar información (75.10%) son factores determinantes
para enfrentar la era digital de la economía.
Tabla 3 Competencias socioemocionales que consideran losEmpleadores de la
Región del Évora; Sinaloa, como factores determinantes para enfrentar la era
digital en la economía.
Competencias Socioemocionales |
Si |
No |
Porcentaje |
||
Estabilidad emocional |
89.56 |
10.44 |
Es discreto y prudente |
91.97 |
8.03 |
Es introvertido |
47.79 |
52.21 |
Es consciente de sus competencias |
75.90 |
24.10 |
Apertura para acumular experiencia |
92.77 |
7.23 |
Apertura para aprender cosas nuevas |
94.78 |
5.22 |
Se arriesga y se aplica a prueba y error |
6.02 |
93.98 |
Amable y responsable |
89.96 |
10.04 |
Disposición con herramientas TIC |
91.97 |
8.03 |
Improvisa |
31.33 |
68.67 |
Se adapta a las necesidades laborales actuales |
95.98 |
4.02 |
Le sea fácil adaptarte a las necesidades
educativas y laborales actuales |
96.79 |
3.21 |
Fuente: Elaboración propia con base a los
indicadores del WEF [25].
Un aspecto importante que se observa es que un
91.57% de los empleadores de la región del Évora en Sinaloa México, consideran
que un factor determinante para enfrentar la era digital de la economía es que
los trabajadores acepten la capacitación útil para él y la empresa.
Por otra parte, los empleadores
consideran como factores determinantes para enfrentar la era digital,
habilidades socioemocionales o psicosociales. La Tabla 3 expresa las que más
destacaron los empleadores.
Los resultados indican que entre
las competencias socioemocionales que mayor peso le dan los empleadores de la
Región del Évora en Sinaloa, están la facilidad de adaptación (96.79%),
disposición de adaptación a necesidades laborales actuales (95.98%), apertura
para aprender nuevas cosas (94.78%) y apertura para acumular experiencia
(92.77%); mientras que, las competencias menos importantes para los empleadores
son que corra riesgos a prueba y error (6.02%), la facilidad de improvisación
(31.33%) y que sea introvertido (47.79%).
Además, las políticas educativas
podrían impulsar el uso de convenios y formalidades para el trabajo flexible,
donde la autodeterminación de hacer o aprender a resolver problemas de la
empresa, puedan hacerse desde un lugar y un horario diferente al fijamente
establecido. Sin embargo, la movilidad en el trabajo múltiple como una forma
específica de trabajo flexible, primero deberá integrarse en la legislación
laboral existente en México.
Otras habilidades y competencias
blandas fueron mencionadas como necesarias (Ver Tablas 4 y 5), que aunque no se
precise la categoría de competencia de que se trate y solo se le contemple como
parte de las competencias blandas, estas se requieren en el mercado laboral del
siglo XXI, debido a la elevada interlocución a través de los dispositivos
electrónicos; de ahí que, las habilidades blandas se requieren tanto en la vida
social como educativa y productiva.
Tabla 4 Competencias complementariaspara el siglo XXI que los Empleadores
consideran que continúan siendo factores determinantes para enfrentar la era
digital de la economía.
Competencias
complementarias para el Siglo XXI |
Si |
No |
Porcentaje |
||
Participa en alguna
actividad científica o estudio de mercado |
76.7 |
23.3 |
Colabora en algún
diario o revista |
4.8 |
95.2 |
Colabora con algún
proyecto de servicio social |
6.0 |
94.0 |
Reconozca cuando se
sienta saturado de tanta información en la red |
80.7 |
19.3 |
Mantiene comunicación
para retroalimentar saberes |
73.9 |
26.1 |
Realiza alguna
actividad creativa |
67.1 |
32.9 |
Sabe identificar la
información basura |
70.3 |
29.7 |
Analiza las noticias
diariamente |
82.3 |
17.7 |
Cree todo lo que
publican los diarios |
29.7 |
70.3 |
Cuando tiene alguna
duda, busca la respuesta en internet |
73.5 |
26.5 |
Fuente: Elaboración propia con base a los
indicadores del WEF [25].
Tabla 5 Habilidades blandas que los Empleadores consideran como factores
determinantes para enfrentar la era digital de la economía.
Habilidades blandas |
Si |
No |
Porcentaje |
||
Plantea preguntas
cuando se le presenta algún imprevisto |
46.6 |
53.4 |
Identifica las
actividades o temáticas que le motivan más |
41.0 |
59.0 |
En el equipo de
trabajo, espera a que sus compañeros resuelvan la duda |
10.0 |
90.0 |
Atiende su comprensión
y actuación con responsabilidad |
80.7 |
19.3 |
Fuente:
Elaboración propia con base a los indicadores del WEF [25]. |
En esta idea, de acuerdo con Martínez Restrepo y
Ramos Jaimes [23], se considera que las TIC son importantes herramientas para
desarrollar las competencias básicas, habilidades fundamentales de
autoaprendizaje, competencias socioemocionales y las habilidades blandas, lo
que permitiría a los trabajadores enfrentarse a la era digital de la economía.
En las competencias complementarias, necesarias en el siglo XXI, se pone
énfasis en la búsqueda, gestión y uso de la información.
Entre las competencias
complementarias que más destacaron los empleadores, se puede observar en la
tabla 4 que destacan que los trabajadores analicen las noticias diariamente
(82.3%), que reconozca cuando se sientan saturados de tanta información en la
red (80.7%), que participen en alguna actividad científica o estudio de mercado
(76.7%) y que mantenga comunicación para retroalimentar saberes con sus
compañeros, clientes y empresarios (73.9%). Mientras que las competencias
adicionales menos importantes para los empleadores son que colabore en algún
diario o revista exponiendo sus experiencias (4.8% de los empleadores),
colabore con algún proyecto de servicio social (6%) y se crea todo lo que
publican los diarios (29.7%).
En este contexto, se coincide con
Álvarez-Flores et al. (2018) al
referir que es a partir de las ofertas de trabajo en Internet, que en el siglo
XXI se presentan los resultados que guían y facilitan la inserción laboral de
profesionistas egresados de una carrera, demandándoles una serie de
competencias tecnológicas, socioemocionales y blandas que indica que existe un
aumento en la demanda de profesionistas cada vez más híbridos y transversales
con habilidades multidisciplinarias y complementarias.
Los empleadores también plantearon
como necesarias las habilidades blandas expresadas en la tabla 5, entre las que
más destacaron son que los trabajadores atiendan su comprensión y actuación con
responsabilidad (80.7%), seguido de que planteen preguntas cuando se les
presente algún imprevisto o duda (46.6%) y que identifiquen actividades que más
les motiven (41%).
Las TIC
cambian constantemente el contenido de competencias y la organización del
trabajo; dado que su impacto, se visibiliza en las formas de trabajo, en las
horas de trabajo semanales reales y en la adopción de sistemas de tiempo de
trabajo autogestionados.
La
disminución de la vida útil de las habilidades y competencias de los
trabajadores es propiciada por el insuficiente desempeño de sus funciones en
comparación con las máquinas, equipos, tecnologías y aplicaciones tecnológicas
introducidas en el mercado laboral; y por esta razón, los trabajadores deberán
formarse durante toda su vida y adaptarse a los cambios del mercado laboral.
La
obsolescencia programada de equipos y tecnologías incide proporcionalmente en
el desarrollo de competencias y habilidades para la era digital, teniendo también
un periodo de duración y caducidad.
Sin
embargo, las nuevas generaciones deberán tener apertura para el
autoaprendizaje, la motivación, la creatividad y la proactividad en el trabajo;
ya que, las estimaciones del WEF [21], refieren que para el 2025, el 95% de los
puestos de trabajo serán ocupados por las personas que desempeñen habilidades
multifactoriales y multidisciplinares con una fuerte tendencia de uso de la
tecnología y los procesos digitales.
Además,
se estima que habrá más plazas de trabajo vacantes que los trabajadores no
podrán cubrir, si no se educa a los estudiantes en competencias digitales,
científicas, analistas de datos y habilidades socioemocionales.
Es claro
que tanto empleadores como trabajadores saben que el estadio es de inflexión y
de cambio permanente de una generación multifuncional. Se trata de un estadio
impulsado por la tecnología disruptiva como la información en la nube, el big data, el internet de las cosas, la
impresión 3D y la producción industrial avanzada.
En el
mundo empresarial y de los empleadores consultados, se reconoce que el trabajo
y los acuerdos laborales se deben organizar administrativa y legalmente, de una
manera diferente, atendiendo las condiciones de una economía digital en la que
prevalece la inteligencia artificial, la robótica, la automatización de
procesos y en un contexto en el que se corre el riesgo de la pérdida masiva de
empleos, pero también se guarda la esperanza de la creación de otros empleos
para los que habrá que estar preparados.
Esta
perspectiva cobra vigencia en el siglo XXI, lo que implica que el cambio de una
agenda laboral flexible en tiempo y movimientos, donde la gestión de grandes
volúmenes de información (big data) y
la cadena de bloques (blockchain)
sean factores determinantes de la gestión de la economía digital.
La mayor
parte de los empleadores del sector comercio y servicios de la Región del Évora
en Sinaloa, consideran que habrá una mayor competencia por el talento
científico y analista de datos estadísticos, donde el autoaprendizaje, la
motivación, la responsabilidad, la apertura de compartir el conocimiento y las
experiencias, serán la parte central de la estrategia del capital humano para
el siglo XXI y las profesiones del futuro.
Las
habilidades exclusivamente laborales que son más requeridas por los empleadores
tienen una fuerte incidencia en la innovación, las competencias digitales, el
desarrollo de análisis de datos, resolución de problemas, gestión del cambio,
mentalidad de apertura y autoconocimiento para compartirlo a través de un
liderazgo inclusivo y socialmente compartido.
En la
Región del Évora, la mayor parte de las organizaciones son empresas
tradicionales con bajos niveles de innovación y escaso compromiso social y
ambiental. Están sobreviviendo ante los cambios disruptivos de la tecnología;
por lo que, para poder cambiar y adaptarse a los cambios tecnológicos, deberán
contar con personas con perfiles versátiles y multifuncionales.
Esto
podría lograrse, si las instituciones de educación superior cambian sus
experiencias educativas a nuevas formas y esquemas de formación profesional,
donde la calidad de la educación se vuelque a la generación de habilidades para
la innovación, el manejo de la estadística para el análisis de datos y el
desarrollo científico y tecnológico.
Sin
embargo, los programas educativos que se ofrecen en las Instituciones de
Educación Superior de la Región del Évora, no han sido suficientes para
impulsar el sector productivo; dado que se centran en contenidos que caducan
demasiado rápido. Se sugiere que se eduque y forme a los profesionistas en
competencias digitales y habilidades científicas, que son las necesidades que
tiene el sector productivo en la región.
En este
acercamiento regional con empleadores, se plantean cambios para que las
organizaciones, los empresarios y los trabajadores enfrenten la era digital de
la economía; entre estos planteamientos están principalmente transferir y
compartir las experiencias y conocimientos, eliminar espacios y roles
tradicionales, adherirse a las comunidades interconectadas en el mercado
nacional e internacional, implementar estructuras organizacionales
horizontales, formar equipos de trabajo autónomos con horarios y espacios
flexibles.
Se
propone que las organizaciones de la región inviertan en TIC y capacitación de
sus trabajadores. Invertir en habilidades ayudaría a tener mayor eficiencia,
mayor automatización, reducir costos, más agilidad en los procesos productivos,
mayor innovación y digitalización, menor
desigualdad, ya que las grandes diferencias en la productividad van de la mano
con grandes diferencias en los salarios. Sin esta inversión, las empresas económicamente
fuertes serán las más innovadoras y su personal será altamente calificado, lo
que implica que continúen tomando el
liderazgo empresarial y fomentando la desigualdad laboral, digital y salarial.
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