PREDOMINIO DE LAS TIC Y ADICCIÓN A LAS REDES SOCIALES EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS DEL ÁREA DE SALUD

 

PREVALENCE OF TICAND SOCIAL NETWORKING ADDICTION IN UNIVERSITY STUDENTS IN HEALTH AREA

 

Gloria María Peña García1, 2, Silvia Verónica Ley Peña3, Juan Jesús Castro Balsi3, Pedro Pablo Madrid González3, Francisco Javier Apodaca Castro1, Estefany Carolina Aceves Márquez3

1Universidad Autónoma de Sinaloa, Mazatlán, México

2Hospital General Dr. Martiniano Carvajal, Mazatlán, México

3Universidad Autónoma de Guadalajara, México

E-mail: [glorucaps, silviaa_18,sisco_14, fany_aceves]@hotmail.com,[castrobalsi, ppmadridg]@gmail.com

 

 

(Enviado Enero 17, 2019; Aceptado Marzo21, 2019)   

 

 

Resumen

El propósito del estudio fue describir la relación entre el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y la dependencia con las redes sociales en universitarios del área de la salud de Mazatlán, Sinaloa. Los conceptos utilizados fueron TIC, redes sociales y adicción a las redes sociales. El diseño fue descriptivo, transversal y correlacional, con muestreo aleatorio simple, la muestra se estipuló con base a un nivel de confianza de .95, se obtiene una muestra de n=240 estudiantes de ambos sexos. Se utilizó una cédula de datos sociodemográficos y un cuestionario para medir la prevalencia de las TIC y la adicción. Los resultados muestran que predominan las mujeres (62.1%), los soltero(a) s (80.4%) y católicos (84.6%), presentan una edad promedio de 21.47 años (DE=2.55). Iniciaron a usar la Internet alrededor de los 14.03 años, a los 6.60 años los videojuegos y a los 12.07 años el teléfono móvil. El 92.5% de los universitario presentó adicción moderada y el 1.7% grave (p=<.01). En mujeres (90.6%), como en los hombres con el 95.6% hubo adicción moderada (p=<.01). No hubo asociación de la edad con las horas de uso de las tecnologías ni las adicciones a las redes sociales (p=>.05).

 

Palabras clave: TIC, Adicción, Redes Sociales.

 

Abstract

Thepurpose of thestudywasto discovertherelationshipbetweenthe use of Information and Communication Technologies (ICT) and theaddiction to social networks in healthstudents in Mazatlan, Sinaloa. Thedesignwasdescriptive, transversal and correlational. Thesampleconsisted of n=240 students, bothsexes. Thesamplingwas simple random. Weused a personal data card and the Young questionnaire (2004), adaptedby Oliva et al. (2014) to measuretheprevalence of ICT and addiction. Theresults show thatwomenpredominate (62.1%), single (80.4%) and Catholic (84.6%), withanaverageage of 21.47 years (SD=2.55). Theystartedusingthe Internet around 14.03 years, at 6.60 yearsold video games and at 12.07 yearsoldmobilephone. 92.5% of universitystudentsshowedmoderateaddiction and 1.7% severe (p=<.01). In women (90.6%), as in menwith 95.6%, therewasmoderateaddiction (p=<.01). Therewas no association of agewithhours of use of technologyoraddictions to social networks (p=>.05).

 

Keywords:ICT, Addiction, Social Networks.

 

 

 


1      INTRODUCCIÓN

 

En México 49, 458,088 habitantes son usuarios de procesadores o también llamados cerebros electrónicos, de estos, 46, 026,450 navegaban en el ciberespacio en el 2013. El total de consumidores de la Web se incrementó en menos de un año al 12.5% con respecto a 2012. Del total de residencias mexicanas que el Instituto Nacional de estadística y Geografía (INEGI) reportó (31, 141,671), un 35.8% (11, 146,494) contaba con ordenador, lo que representó una ampliación del 0.8% es decir, un 13.3% considerando el total estimado en el 2012 [1,2]. En cuanto a la conectividad, el 30.7% (9.5 millones de viviendas) podía enlazarse a una red informática. Los usuarios entre los 12 y 24 años representados con el 44.5% (20, 499, 898 personas) vivían conectados a la Web. El principal motivo para su uso es comunicarse (42.1%), entretenerse (36.2%), capacitarse (35.1%), realizar transacciones mercantiles (1.7%), interrelacionarse con autoridades y oficinas gubernamentales (1.5%) y conectarse a alguna red social (36.2%) con un promedio de 5.1 horas al día de conexión y apoyados con un aparato móvil siendo el celular (78.7%) el más usado [1,2]. De los que no se conectan a la Internet ni utilizan las redes sociales, el 44% dijo temer por su seguridad, 38% no le interesa acceder ni abrir alguna cuenta [3].

 

En el 2014, 47.4 millones de personas con edad superior a los seis años en la República Mexicana, se registraron como beneficiarias de los productos que facilita la Internet, (44.4%) de esta población hubo una tasa anualizada de progresión del 12.5% en el periodo comprendido de 2006 al 2014 [3].

 

En la actualidad la entrada a Internet se encuentra asociada con el nivel de estudios. Nueve de cada diez personas con formación de nivel licenciatura o posgrado han integrado en su cotidianeidad actividades que se vinculan con la navegación cibernética.

 

Las tecnologías y las redes sociales actualmente son necesarias en la vida de las personas para indagar temas de interés, o sólo por el gusto de informar algo en especial, lo que ha incrementado la socialización con personas presentes en diversos espacios geográficos, empero, su creación, ha ocasionado que las personas generen cierta dependencia al celular, tableta, computadoras, entre otros dispositivos, ocasionando alteraciones en sus actividades académicas y laborales porque no pueden estar separados de estos aparatos, ni desconectados de la web.

 

El uso de las tecnologías puede generar adicción rápida y sencillamente, en la actualidad, estar conectados por horas indefinidas, es considerado algo patológico más que un fenómeno social, lo que pone en riesgo al contexto familiar, laboral y escolar, puesto que puede aislar al sujeto físicamente de las personas cuando su prioridad es permanecer conectado a Internet para platicar textualmente, jugar en el ciberespacio, escuchar conversaciones, música, etc.

 

El hacer uso de los recursos técnicos para comunicarse a través de las redes sociales sobre todo para hablar con desconocidos puede resultar inseguro y peligroso. El uso de las tecnologías, entre ellas los celulares, son esenciales para la vida vigente, ya que es complemento imprescindible para comunicarse, indagar y trabajar. Por otro lado, estudios han comprobado que pudieran suscitarse ciertas catálisis o afectaciones físicas secundarias al uso inadecuado de la tecnología, entre ellas ansiedad, depresión, conductas inadecuadas en algún integrante de la familia como, disminución del rendimiento escolar, aislamiento social, disminución de convivencia al aire libre, déficit del cuidado hacia su persona, falta de concentración, poco interés para relacionarse con la familia, compañeros o el resto de la sociedad. En ocasiones pueden presentarse manifestaciones evidentes tales como cefalea, dolor estomacal, por comer de prisa y no completar su platillo, entre otras cosas.

 

Las redes sociales son capaces de influir positivamente, cuando son empleadas con mesura, pues son un mecanismo por el cual las personas se pueden comunicar, ya sea para platicar e idear alguna reunión social, así como para ejecutar trabajos académicos o laborales; se convierte en problema cuando se abusa de esta tecnología y el individuo no sale a convivir ni cumple con tareas domésticas, laborales o escolares, sólo pasa su tiempo conectado a una red colectiva, mensajeando por texto y voz, jugando en grupos virtuales o en ocasiones verificando actualizaciones del Facebook, acciones que pueden hacer que se olvide por cierto período de sus inquietudes pero, el inconveniente siempre será la demasía y cuando alguien sólo se dedica a viajar por la red, hace que su verdadera vida social se esfume [4].

 

Hoy para todo joven, gozar de una red social y destinar la mayor parte de su tiempo en ella es un hábito con riesgo de convertirse en adicción por las horas que consigna a su visita e interacción, con preferencia de iniciar amistades por este medio que hacerlo de forma directa y personalizada, lo que posibilita alteraciones en la salud física y emocional. Los padres, son los principales proveedores y proporcionan obsequios de acuerdo a las modas o exigencias sociales, por otro lado hoy se sabe que no sólo los jóvenes manifiestan poco control sobre el uso de las redes sociales. Los padres, parecen no poder evitar estar más pendientes de los mismos que de sus propios hijos como el maestro de sus alumnos.

 

Esta parece ser una evidencia de que las nuevas tecnologías amenazan también con fracturar las relaciones familiares, de pares y autoridad puesto que se ha dejado de convivir, de disfrutar de la presencia de la personas, se está físicamente, pero con la atención enfocada hacia el aparato, llámese celular, tableta, computadora, etc., para responder a mensajes en redes o grupos sociales, lo que resta importancia a la convivencia entre los integrantes de una familia, concentración y continuación de tareas domésticas y escolares, ocasionando malas notas en los jóvenes que viven además etapas de diversión y de relaciones con amigos, compañeros o pares.

 

Por otro lado se afecta el bolsillo de las familias, ya que genera gasto económico extra en quienes las utilizan, por el costo excesivo en renta de planes de servicio de telefonía y redes de comunicación, así como la compra de aparatos necesarios para la comunicación y el juego. El uso de estas tecnologías son de gran utilidad en las tareas escolares, sin embargo, quienes se conectan más tiempo del habitual puede ser dato importante de dependencia y preferir permanecer navegando en el ciberespacio que cumplir con los quehaceres escolares, menoscabando su rendimiento académico al ir adquiriendo adicción a los videojuegos, videocomunicación con conocidos y desconocidos de diferentes partes del mundo, incluso arriesgando su integridad moral y seguridad personal. Por lo anterior se establece el propósito de conocer el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y la adicción a las redes en universitarios del área de la salud de Mazatlán, Sinaloa.

 

 

2      MARCO CONCEPTUAL

 

Las TIC, son las técnicas empleadas para negociar información y remitirla de un territorio a otro, con múltiples opciones de solución, permite guardar datos y recuperarlos en cualquier momento, facilita calcular resultados y realizar informes [5].

 

Dentro de las nuevas tecnologías se encuentran las computadoras, que son consideradas máquinas capaces de generar una multivariedad de acciones por medio de un software, de tal forma, que permita procesar información de entrada, e información de salida, existen las mecánicas, electrónicas sean análogas o digitales o las definidas por su capacidad de computo como macro o microcomputador. La Internet es el lugar virtual donde cualquier persona con un procesador o dispositivo móvil logra socializar información, intercambiar opiniones, comentarios y cultura, entretenerse en línea con amistades, desconocidos y compañeros de trabajo o escuela, accesar a clases virtuales, foros de conversación, trabajar a distancia y un sin fin de acciones, que la convierten en una fuente interminable de posibilidades para quien la usa, también es definida como la red global por el sistema de comunicaciones internacionalizado que posibilita consultar información asequible en cualquier servidor universal, además facilita interrelacionarse y comunicarse con habitantes separados física o geográficamente [6].

 

Las redes sociales, son entendidas como páginas web donde cualquier sujeto tiene la posibilidad de diseñar su propio perfil e incorporar cualquier información de interés particular interrelacionándose con amigos, conocidos y desconocidos las 24 horas del día los 365 días del año, las más conocidas y usadas por la población son Facebook, Twitter, Myspace e Instagram donde se facilita la iniciación o culminación de nuevas amistades con personas reales o personajes con quienes se puede compartir algún interés particular a través de un dispositivo fijo o móvil como celular, tableta o computadora [7].

 

La adicción a las redes sociales es considerada afición desmedida de una página web para jugar excesivamente de manera individual o en grupo, navegar e interactuar sobre preocupaciones o temas sexuales, y hacer mensajería textual o verbal [8].

 

 

3      METODOLOGÍA

 

Se recurre a un diseño transversal, descriptivo y correlacional [9] para observar y describir el uso de las tecnologías y la adicción a las redes sociales en universitarios del área de la salud de una escuela pública de Mazatlán, Sinaloa.

 

La población de estudio estuvo conformada por 680 estudiantes de ambos géneros, registrados en una unidad académica de institución pública. El diseño del muestreo fue aleatorio simple. La muestra se obtiene haciendo uso del paquete estadístico NQueryAdvisor versión 4.0 [10] con un nivel de confianza del 95%, se consigue una muestra de n=240 universitarios que aceptan colaborar bajo consentimiento informado y firmado.

 

Para el desarrollo de este estudio se toman en cuenta las consideraciones éticas contempladas en el Reglamento de la Ley General de Salud, en Materia de Investigación para la Salud [11]. En su Título Segundo, de los Aspectos Éticos de la Investigación en Seres Humanos, los capítulos I y V.

 

La colecta de información se lleva a cabo en fecha, horario y espacio permitido por los directivos de la institución educativa, posteriormente se aborda a los estudiantes de forma sistemática 1 en K (1 en 10), es decir; se cuenta al educando del 1 al 9 y el décimo es invitado a colaborar en el estudio, se explica la finalidad del mismo, y una vez que da su aprobación verbal y escrita, se invita a acudir a sala solicitada con anticipación para el llenado de los instrumentos de medición. En caso de rechazo a contestar algún instrumento, se respeta la decisión del estudiante y se agradece su tiempo y colaboración.

 

En un primer momento contestan la Cédula de Datos Personales (CDP), en un segundo momento el cuestionario de uso de las tecnologías y por último el cuestionario de adicción a las redes sociales, al finalizar se solicita al estudiante entregar los instrumentos y garantiza confidencialidad y anonimato.

 

Se utiliza una cédula de datos personales con cuatro preguntas sociodemográficas (edad, género, religión, grado escolar y estado civil). Para evaluar el uso de tecnologías, específicamente Internet, videojuegos y teléfono celular el cuestionario contempla preguntas acerca de la prevalencia, especialmente edad de inicio, nivel de uso, tiempo cotidiano de utilización incluyendo fines de semana.

 

Para valorar la Adicción a Internet, se utiliza el cuestionario de Young, [12], con adaptaciones realizadas por Oliva et al. [13]. En el cuestionario se evalúan las conductas asociadas al uso excesivo de redes sociales que envuelve la vehemencia compulsiva, la dependencia y la evasión de responsabilidades. Está conformado por 20 reactivos, con respuestas tipo Likert donde 1 es nunca o rara vez hasta 5 que significa siempre. La ponderación otorgada para interpretar la adicción es de 20 a 39 puntos que significa sin adicción, de 40 a 69 puntos adicción moderada y de 70 a 100 puntos una adicción grave.

 

La información es procesada en el paquete estadístico StatiscalPackagefor Social Sciencies (SPSS,) versión 22 para Windows, haciendo el análisis estadístico e inferencial conveniente [14].

 

 

4      RESULTADOS

 

Estadística Descriptiva

Los universitarios participantes son predominantemente mujeres (62.1%), el 84.6% refiere ser católica, el 20% está casado(a) o vive en unión libre, un 35% se encuentra cursando el cuarto grado, 28.3% el tercero y con similitud del 18.3% primero y segundo,Fig. 1 y Tabla 1. Presentan una media de edad de 21.47 (Desviación Estándar[DE]=2.55), una edad de inicio del Internet en promedio de 14.03 años, mientras que a los 6.60 años comienzan a utilizar vídeo juegos, y a la edad de 12.07 años inician a utilizar el teléfono móvil como una herramienta para comunicarse.

 

En lo concerniente al uso de las tecnologías, un 18.3% de los participantes se considera experto en el uso de Internet, un 36.6% tiene un nivel de avanzado en el uso de vídeo juegos y el 36.3% se considera experto en el uso de teléfono móvil, ver Fig. 2 y Tabla 2.

 

En lo que compete al tiempo utilizado en las tecnologías, los educandos del área de la salud destinan más de 6 horas al día entre semana al uso de Internet. Un 41.3% dedica menos de una hora entre semana al uso de videojuegos. El 71.3% suele dedicar más de 6 horas al día entre semana al uso de teléfono móvil.

 

En fin semana un 42.5% suele dedicar más de 6 horas al día al uso de Internet. El 5.4% suele dedicar entre 3 y 6 horas al día al uso de vídeo juegos y el 66.3% suele dedicar más de 6 horas al día al uso de teléfono móvil, ver Fig. 3 y Tabla 3.


 

Figura 1 Datos sociodemográficos de los universitarios del área de la salud.(Fuente: CDP, n=240).

 

 

Tabla 1. Frecuencias y porcentajes de datos sociodemográficos (sexo, religión, escolaridad y estado civil) en universitarios del área de la salud.

Datos Sociodemográficos

f

%

Sexo

Femenino

Masculino

 

149

91

 

62.1

37.9

Religión

Católica

Cristiana

Testigo de Jehová

 

 

203

29

8

 

 

84.6

12.1

3.3

 

Escolaridad

Primero

Segundo

Tercero

Cuarto

 

44

44

68

84

 

18.3

18.3

28.3

35.1

Estado civil

Soltero(a)

Casado(a)

Unión libre

 

201

9

30

 

80.4

3.6

12

Fuente: CDP, n=240.


 

Figura 2Uso de tecnologías de los universitarios del área de la salud.(Fuente: CDP, n=240).

 

 

Tabla 2 Frecuencias y porcentajes de Uso de tecnologías de los universitarios del área de la salud.

Podrías definir el nivel que tienes en el uso de:

Nulo

Principiante

Medio

Avanzado

Experto

f

%

f

%

f

%

f

%

f

%

Internet

0

0

0

0

84

35

112

46.7

44

18.3

Videojuegos

45

18.8

32

13.3

87

36.3

52

21.7

24

10

Teléfono  móvil

0

0

0

0

45

18.8

108

45

87

36.3

Fuente: IAT, n=240.

 

 

 

Figura 3Uso de tecnologías entre semana de los universitarios del área de la salud.(Fuente: IAT, n=240).

 

 

El 75.4% de los participantes todos los días han usado Internet para acceder a las redes sociales, realizar mensajería instantánea, chatear con amigos en privado o en foros. El 10.4% casi todos los días ha usado Internet para revisar o enviar correo electrónico. Un 22.5% todos los días descarga programas, películas, vídeos, música, juegos, comics, el 2.5% nunca utiliza Internet para trabajos escolares. El 5.4% nunca busca información sobre aficiones y cosas que le interesen. El 7.5% todos los días se conecta a Internet para jugar online,Fig. 4 y Tabla 4.

 

Tabla 3 Frecuencias y porcentajes del tiempo utilizado en las tecnologías entre semana y fin de semana por los universitarios del área de la salud.

Tiempo destinado al uso de:

Nulo

Principiante

Medio

Avanzado

Experto

f

%

f

%

f

%

f

%

f

%

 

Internet

Entre semana

0

0

24

10

51

21.3

75

31.3

90

37.5

 

Fin de semana

6

2.5

32

13.3

49

20.4

51

21.3

102

42.5

 

Videojuegos

Entre semana

84

35

99

41.3

45

18.8

12

5

0

0

 

Fin de semana

128

53.3

63

26.3

24

10

13

5.4

12

5

 

Teléfono móvil

Entre semana

0

0

12

5

26

10.8

31

12.9

171

71.3

 

Fin de semana

7

2.9

30

12.5

19

7.9

25

10.4

159

66.3

 

Fuente: CDP, n=240

 

 

Figura 4Cantidad de veces del uso de Internet en los universitarios del área de la salud. (Fuente: CDP, n=240).

 

En lo tocante a la adicción que presentan los jóvenes del área de la salud a las comunidades colectivas en red, un 22.5% de ellos siempre está interconectado al espacio virtual más tiempo del que había previsto. Un 10.8% siempre abandona las cosas que tiene que trabajar en el hogar para destinar más tiempo a navegar por la web. Un 11.1% a menudo o siempre preferiría estar ciberconectado, a estar preservando la intimidad con su familia, pareja o amistades. El 38.3% reiteradamente establece nuevas relaciones de amistad, social o laboral con personas que recurren a la Internet. El 62.1% refiere que a menudo o siempre las personas con las que comparte su vida se han quejado del tiempo que permanece navegando por la Internet. El 15% dice que siempre se ven afectados sus estudios debido a la excesiva conexión ciberespacial. El 30% con frecuencia comprueba correo electrónico personal o entra en Facebook, Twitter y demás, antes de cumplir con actividades irrevocables. Un 38.8% expresa que su rendimiento en los estudios nunca se ve perjudicado por utilizar Internet. El 12.1% siempre contesta de forma defensiva o mantiene a discreción las labores que realiza en Internet.

 

Tabla 4Frecuencias y porcentajes de la cantidad de

veces del uso de Internet en los universitarios del área de la salud.

Cantidad de veces has usado Internet para:

Nunca

Menos de una vez al mes

Alguna vez al mes

Alguna vez a la semana

Casi todos los días

Todos los días

f

%

f

%

f

%

f

%

f

%

f

%

Redes sociales, mensajería instantánea, chats o foros

0

0

0

0

20

8.3

0

0

39

16.3

181

75.4

Correo electrónico

32

13.3

64

26.7

42

17.5

77

32.1

25

10.4

0

0

Descargar programas, películas, vídeos, música, juegos, comics.

12

5

19

7.9

33

13.8

66

27.5

55

22.9

55

22.5

Trabajos escolares.

7

2.9

12

5

49

20.4

51

21.3

84

35

37

15.4

Búsqueda de información, aficiones y temas de interés.

13

5.4

7

2.9

49

20.4

52

21.7

57

23.8

62

25.8

Jugar online

90

37.5

37

15.4

25

10.4

38

15.8

32

13.3

18

7.5

Fuente: CDP, n=240

 

 

El 30.4% a menudo o siempre el Internet le permite evadir o aislar pensamientos que lo inquietan sobre su vida, con similitud de porcentaje a menudo o siempre se descubre pensando querer estar conectado de inmediato y lo que va a hacer la siguiente ocasión que esté enlazado a la web. El 12.1% nunca se plantea una vida vacía, aburrida o sin alegría por no pertenecer a una red o no accesar a Internet. El 12.1% a menudo o siempre contesta, grita o actúa de forma impropia si alguna persona le interrumpe cuando esta interconectada.

Un 19.2% siempre pierde horas de sueño por estar conectado. El 7.9% siempre piensa en Internet cuando no está conectado o fantasea sobre estar interconectado. El 12.9% siempre se dice a sí mismo “Solo unos minutos más” cuando está conectado. El 6.3% siempre ha intentado disminuir el tiempo de conexión y no lo ha logrado. Un 41.7% nunca intenta ocultar el tiempo que ha estado conectado. Un 3.8% siempre elige dedicarle más tiempo a navegar en el Internet que interactuar personalmente con amigos y el 51.7% nunca se siente triste, ansioso o irritable cuando está desconectado pero el 1.7% que siempre experimenta esos sentimientos logra desaparecerlos cuando se conecta al ciberespacio.

 

 

4.1   Estadística Inferencial

 

Hubo significancia en la variable de adicción a las redes sociales en los universitarios, con predominio de moderada adicción con el 92.5% (IC=1.9538-1.9928, X2=178.700, p=<.01), alarmante pero relevante grave adicción (1.7%), Fig. 5 y Tabla 5.


 

Figura 5 Adicción a las redes sociales en universitarios del área de la salud. (Fuente: IAT, n=240).

 

Tabla 5 Chi cuadrada de Pearson para Adicción a las Redes Sociales en los universitarios del área de la salud.

Adicción a las redes sociales

f

%

IC al 95%

Valor p

Límite inferior

Límite superior

Sin adicción

14

5.8

1.953

1.999

178.7

.000

Moderada

222

92.5

Grave

4

1.7

Fuente: IAT, n=240.

 

 

Hubo diferencias muy significativas en la adicción por género, con predominio de adicción moderada tanto en mujeres con el 90.6.5% (IC=1.91-2.00, X2=220.282, p=<.01), como en los hombres con el 95.6% (IC=1.9131-1.9990, X2=63.37, p=<.01), Fig. 6 y Tabla 6.

 

No hubo asociación de la edad con las horas de uso de las tecnologías, ni con la adicción a las redes sociales. Tabla 7. Posiblemente porque los universitarios de la salud desde su ingreso a la carrera están en constante necesidad de trabajar sus actividades académicas donde el medio de obtener información en la Internet y de comunicar e interactuar actividades de equipo con compañeros, maestros, además de participar en misceláneas académicas o foros de discusión, sin que se vea afectada su vida personal, su organismo y su desempeño escolar,Tabla 7.

 

Figura 6Adicción a las redes sociales por género en universitarios del área de la salud. (Fuente: IAT, n=240).

 

Tabla 6 Chi Cuadrada de Pearson para Adicción a las redes sociales por género en universitarios del área de la salud.

Adicción a las redes sociales

f

%

IC al 95%

Valor p

Límite inferior

Límite superior

Masculino

Sin adicción

Moderada

Grave

 

10

135

4

 

6.7

90.6

2.7

1.910

2.009

220.2

.000

Femenino

Sin adicción

Moderada

4

87

4.4

95.6

1.913

1.999

75.70

Fuente: IAT, n=240

 

Tabla 7 Coeficiente de correlación de Spearman para edad, horas de uso de Internet, videojuegos y celular, depresión y ansiedad y la adicción a las redes sociales en universitarios del área de la salud.

Edad

Edad

Uso de Internet

Videojuegos

Teléfono celular

Adicción a redes sociales

Uso de Internet

-.038

1

 

 

 

Videojuegos

.040

.107

1

 

 

Telefono celular

.022

.534**

-.106

¨1

 

Adicción a redes sociales

.043

-.093

.151

.043

1

Fuente:CDP,IAT,    n=240

Nota: valor p <05*, p<.01**


5      DISCUSIÓN Y CONCLUSION

 

El presente estudio permitió describir el uso de las tecnologías de la comunicación y la adicción a las redes sociales en 240 universitarios del área de la salud de los cuatro grados académicos de la Escuela del área de la salud, Mazatlán, Sinaloa

 

Los universitarios estudiados, tuvieron una media de edad de 21.4 años, resultados similares a los de Marín, Sampedro y Muñoz [15], quienes sus participantes tuvieron una edad entre 20 y 23 años, también Mejía, Paz y Quinteros [16], estudiaron a muchachos con edades entre 18 y 19 años, así como Gómez y Farías [17], la edad de sus participantes fue de 21.6 años, de igual manera Villacrés [18] encontró que la media de edad de los sujetos estudiados fue de 22.3 años; a diferencia de Haeussler [19] quien encontró que la mayoría de los jóvenes entrevistados contaban con 15 años de edad, seguido por adolescentes de 13 y 14 años y en menor cantidad jóvenes con edad entre 16 y 17 años.

 

Se encontró predominio de mujeres (80.4%), resultados similares a los de Gómez y Farías [17], quienes hallaron poco más de la mitad del género femenino (54.8%) también Villacrés [18] encontró un 52.7% de mujeres en su población estudiada y Mejía [16], encontró un 61.1% de mujeres. Con respecto al estado civil, prevalecieron los solteros con el 84.6%,

Los años de inicio a Internet fue en promedio de 14.03 años, a los videojuegos de 6.6 años y de 12.07 años el inicio al uso del celular, además la media de promedio fue de 8.3 de calificación.

 

En relación al tiempo empleado a las tecnologías, el 37.5% de los universitarios destinan más de 6 horas al día entre semana al uso de Internet, resultados con cierta diferencia a los de Mejía [16]), ya que sus participantes utilizaron 3 horas diarias para conectarse a Internet, de igual manera Hernández y Castro [20], encontraron que sus sujetos de estudio se conectaron menor a 3 horas a la red y sólo el 10.6% de 5 a más horas, de igual manera Cuyún [21], detectó en su estudio que un 17% se mantenía conectado a redes sociales alrededor de tres horas por día, también Villacrés [18] encontró que sus participantes destinaban alrededor de una o dos horas diarias y sólo el 16.3% más de cinco horas.

 

En este estudio un 41.3% dedica menos de una hora entre semana al uso de videojuegos, resultados en cierta forma similares a los encontrados en el estudio de Mejía (2015) quien encontró que 86 participantes utilizan las redes sociales para invertir su tiempo en ver vídeos (59.7%). Hernández y Castro [20].

 

En cuanto al uso de las tecnologías, el 75.4% de los participantes todos los días usaron Internet para comunicarse por redes sociales, hallazgo que se parece a lo referido por Mejía [16], puesto que un 45.8% estuvieron anegados o sumergido en el uso del Internet para tener conexión a las redes sociales, en especial la de Facebook, pero caso contrario, el estudio realizado por Marín, Sampedro y Muñoz [15], reportó que el 86.9% raramente prefiere conectarse al Internet independientemente del motivo. También Hernández y Castro [20], encontró que el 53.2% se conecta a Internet para hacer uso de las comunidades virtuales con mucha frecuencia.

 

En este estudio un 22.5% todos los días descarga programas, películas, vídeos, música, juegos, comics, un 5.4% nunca busca información sobre pasatiempos o cosas que le interesan. El 7.5% diariamente se conecta a Internet para jugar online, resultados parecidos a los encontrados por Hernández y Castro [20], quienes encontraron un 19.1% que manifestó usar el Internet para descargar música y juegos de entretenimiento, con similitud de porcentaje (10.6%) usan la web para buscar información sobre temas de interés y para investigación de tareas escolares, mientras que 6.4% usa la web para jugar en línea.

 

En lo concerniente a la adicción a las redes sociales, se encontró predominio de moderada adicción con el 92.5% y alarmante grave adicción (1.7%). Por género predominó la adicción moderada tanto en mujeres con el 90.6.5% como en los hombres con el 95.6%, resultados que difieren con Marín, Sampedro y Muñoz [15], quienes solamente el 0.5% de sus participantes piensa con mucha frecuencia en estar conectado a Internet, y se enfadan cuando alguien les interrumpe mientras están conectados a las redes sociales (3.5%). Haeussler [19], encontró que al menos un sujeto presentó un nivel elevado de adicción a las redes sociales porque constantemente estaba conectado sin importar el espacio de conexión, encontró un 52% con adicción moderada lo que asemeja a lo encontrado en este estudio, sin embargo él no encontró adicción grave. Cuyún [21], no habla francamente de una adicción a las redes sociales pero hace ver que el 29% de sus entrevistados manifestó dedicarle considerable tiempo a las redes sociales y un 16% dejó de acudir a actividades colectivas por estar conexo a la red. Mejía, Paz y Quinteros [16], encontraron también resultados similares, pues un 56.3% usó moderadamente Facebook y un 33.3% está en riesgo de generar una adicción, no obstante difiere de lo encontrado en la adicción grave ya que ellos encontraron un 10.3% de adictos al Facebook. Más de la cuarta parte de los estudiantes de las Ciencias Empresariales hicieron moderado uso de Facebook (30.6%), con mayor índice de adicción al Facebook en el 5.4% de los estudiantes. Por género, los hombres usaron adecuadamente la red social (28.6%), pero con mayor adicción al Facebook (6%).

 

Los resultados de Tamez [22] difieren porque el porcentaje de adicción a las redes sociales en sus participantes fue del 33.8%, por considerar forzoso conectarse cuando se pueda, sin darle valor a las otras tareas que puedan tener aplazadas, también encontró que 2 de cada 10 alumnos no han asistido a clases por transferir sus horas de sueño a la conexión de la red social de Facebook y al día siguiente, prefieren dedicarle tiempo al sueño en vez de la escuela, pues se sienten cansados de la desvelada. Se puede decir que también difiere de lo encontrado por Gómez y Farías [17], puesto que los universitarios fueron usuarios experimentados en el uso de las redes, ya que casi la totalidad (97.3%) hacen uso de las redes sociales apenas un año atrás. También difiere en lo encontrado por Lam L, Contreras H, et al.[23], porque el 36.3% reprobó al menos un año escolar por estar conectado a la red, lo que hace percibir adicción moderada a grave en los estudiantes.

 

En este sentido los jóvenes prefieren iniciar una amistad o comunicación a distancia, utilizando un equipo tecnológico como computadora, tableta o celular con plan para navegar en la red, lo que hace suponer la dificultad que en ellos existe para socializar de forma personal, al no saber cómo presentarse e iniciar una conversación de forma natural y espontánea sin temor, inseguridad o timidez, situación que los hace apoyarse con las tecnologías que en la actualidad facilitan la comunicación simultánea independientemente del área territorial en donde se halle la persona, lo que puede verse como un gran beneficio para el desarrollo social, individual y colectivo, pero con la desventaja de no darse el proceso de sociabilidad frente a frente [13].

 

Relativo a la adicción, se demuestra que un hábito compulsivo hacia una red social, trastorna las aptitudes intelectuales de las personas para expresarse frente a desconocidos, aun para salvaguardar sus propios derechos cuando de consumo se trata, por ejemplo solicitar reembolso por mercancía defectuosa o cambio del producto por no satisfacer sus expectativas, solicitar descuentos, entre otras. Caballo, [24], hace ver que el individuo a través del tiempo ha podido expresarse de forma cotidiana y directa, con evidentes sentimientos, deseos e ideas, que refuerzan el conocimiento aprendido a través de la práctica directa en el transcurso de los años; sin embargo, la globalización actual, impide su continuación por el uso de las nuevas tecnologías, haciendo que la interacción entre las personas ya no sea de forma directa, sobre todo cuando se pertenece a grupos sociales como el Facebook donde la comunicación es prácticamente escrita por mensajes conocidos como de texto y carentes de expresiones y emociones evidentes al receptor, generando mayor seguridad al escribir detrás de un equipo tecnológico pero mayor inseguridad cuando se está frente a frente con la persona, demeritando la socialización entre las personas de una comunidad con posibles efectos emocionales como la depresión y la ansiedad generada por el miedo a interactuar de forma directa.

 

El uso de las tecnologías ha sido un gran beneficio en estos tiempos de globalización, ya que permite una comunicación rápida entre las personas de todo el universo, pero es motivo de consecuencias físicas, emocionales y sociales, puesto que hace que el individuo socialice virtualmente pero se aísle de todo contacto personal, generando inseguridades y baja autoestima, incremento de sobrepeso y obesidad por no desarrollar actividades físicas dentro o fuera de su hogar por preferir conectarse a la computadora y enlazar con grupos sociales o simplemente navegar en el ciberespacio, la adicción puede evidenciarse con angustia cuando la persona intenta estar lo más rápido y con incontable tiempo conectado, datos de preocupación por reconocer que esta adicción lo aísla del mundo real y muchas de las veces por la inseguridad de acercarse a las personas que contrariamente, una computadora o dispositivo móvil le da seguridad.

 

Pulido, Berrenchea, Hungues, Quiroz, Velázquez y Yines [25], encontraron que la correlación más alta fue entre el uso de Internet y Facebook, seguida de la correlación entre el uso de Internet y celular. La correlación más baja fue la del uso del celular con el Facebook.

 

 

6      REFERENCIAS

 

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[2]     Instituto Nacional de estadística y Geografía [INEGI]. (2015). Módulo sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares 2014 [MODUTIH]. Recuperado de: http://www.beta.inegi.org.mx/programas/modutih/2014/

[3]     Alpuche, S.S. (28 de mayo de 2013). Estadísticas del uso de Internet y redes sociales en México. Recuperado de:http://evolucionmkt.com/blog/2013/05/28/estadisticas-del-uso-de-internet-y-redes-sociales-en-mexico/

[4]     Morales Pérez, G. L. (2016). Aspectos educativos de las redes sociales: un análisis de los factores que determinan su puesta en práctica. Tesis Doctoral. Departamento de Didáctica y Organización Educativa. Universidad de Sevilla. Recuperado de: https://idus.us.es/xmlui/handle/11441/36704

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[6]     Cabero Almenara, J. (2000). Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación: aportaciones a la enseñanza. En Cabero, J. (Ed.).Nuevas Tecnologías aplicadas a la educación(pp. 15-38). Madrid: Síntesis.

[7]     Social Media Marketing. (2011). Breve historia de las redes sociales. Recuperado el 19 de marzo de 2015, de: www.marketingdirecto.com/actualidad/social-mediamarketing/breve-historia-de-las-redes-sociales/

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[22] Tamez Aguirre, P. J. (2012). Adicción a la Red Social de Facebook y su incidencia en el Rendimiento Académico de estudiantes de la Preparatoria 20 de la Universidad Autónoma de Nuevo León. (Tesis de maestría). Facultad de Psicología. Universidad Autónoma de Nuevo León. Recuperado de: http://eprints.uanl.mx/3354/1/1080256440.pdf

[23] Lam-Figueroa, N., Contreras-Pulache, H., Mori-Quispe, E., Nizama-Valladolid, M., Gutiérrez, C., Hinostroza-Camposano, W., Torrejón-Reyes, E., Hinostroza-Camposano, R., Coaquira-Condori, E., Hinostroza-Camposano, W. D. (2011). Adicción a Internet: desarrollo y validación de un instrumento en escolares adolescentes de Lima, Perú. Rev Perú MedExp Salud Pública, 28(3), 462-9.

[24] Caballo, V. (2006). Manual para la evaluación clínica de los trastornos psicológicos: Trastornos de la edad adulta e informes psicológicos. Madrid: Ediciones Pirámide.

[25] PulidoRull, M. A., Berrenchea Velasco, A., HuguesMeraz, J., Quiroz Estrada, F., Velázquez Terraza, M. J., Yunes Arriaga, C. (2013). Uso problemático de las nuevas tecnologías de la información en estudiantes universitarios. Revista Electrónica de psicología Iztacala, 16(4),1119-1140.